La ministra y portavoz del Gobierno, Isabel Celaá, ocultó otro inmueble de lujo en su declaración oficial de bienes: dos pisos unidos en uno con una superficie de más de 310 metros cuadrados situados en el barrio más lujoso de Getxo y en el histórico palacete vasco Casa Tangora.
Según informa periodistadigital.com, la ministra de Educación y portavoz gubernamental tiende con preocupante asiduidad al ocultismo fiscal con su patrimonio sin dar ninguna explicación ni asumir la más mínima responsabilidad a pesar de su condición de alto cargo público.
Sobre todo, cuando Carlos Cuesta y Luz Sela revelan en OKdiario que ocultó otra casa de dos millones de euros en su declaración oficial. ¿Éste es el Gobierno de la «transparencia»?
¿El Ejecutivo de la «ejemplaridad»? Mientras Celaá juega a censora y La Moncloa llama «venenosos» a los pocos medios que se atreven a informar con libertad, el paradigma brilla por su ausencia en el equipo de Pedro Sánchez.
A la mansión de 4.500 metros de finca y 700 metros cuadrados de vivienda en una de las mejores zonas residenciales de Bilbao al increíble precio de 195.000 euros -cuando en realidad vale más de un millón- ahora se le suma la vivienda de Casa Tangora, dos pisos de lujo de 310 metros cuadrados que están unidos dentro del lujoso palacete en el barrio VIP de Neguri, ubicado en Getxo.
Allí, algunos inmuebles llegan a los cinco millones de euros. Otra prueba más de que Celaá es a la élite lo que Pablo Iglesias -el auténtico- al PSOE. De toda la vida. Una pertenencia que, desde luego, no es en sí criticable.
Otra cosa es ocultarlo y desempeñar un cargo público en el Gobierno de España. Igual que jugar a ejemplar y, encima, denigrar y censurar a los profesionales que tratan de poner negro sobre blanco la realidad que hay detrás de la mentira constante en la que vive instalada gran parte del Ejecutivo socialista.
Ciudadanos y Partido Popular deben organizar una comisión de investigación.