El tesorero de la Asociación de Madres y Padres de Alumnos (APMA) de un colegio de la capital guipuzcoana reconoció ayer haberse gastado, en nueve meses, cerca de 220.000 euros del centro educativo en juego y drogas.
La Fiscalía de Gipuzkoa ha solicitado cuatro años de cárcel para este hombre por un delito de apropiación indebida, mientras que la acusación particular, que ejercen los damnificados, han elevado su solicitud de condena hasta los seis años de reclusión, y la defensa, por su parte, ha reclamado la absolución de su cliente al entender que actuó movido por su adicción a las drogas y el juego.
Los hechos tuvieron lugar entre enero y septiembre de 2014, período durante el que el hombre se apropió de la citada cantidad repartida en tres cuentas bancarias de distintas entidades, a las que tenía acceso en su calidad de tesorero, y que dejó a cero, llegando a reclamar a los miembros nuevos ingresos hasta un total de 26.000 euros, parte de los cuales también hizo suyos.
El juicio por estos hechos quedó ayer visto para sentencia.