En 2006 se batieron todos los récords en concesión de visados para levantar viviendas nuevas: se iniciaron 865.561 viviendas, una cifra que no se ha vuelto a repetir desde entonces. En 2007, año en que se comenzó a cuajar la crisis financiera, se dieron 651.427 visados. Y en los últimos 10 años se han dado en total 853.434 visados, una cifra que no supera lo otorgado sólo en 2006.
En el gráfico se ve claramente que los visados tocaron mínimos en 2013, el ‘annus horribilis’ del ladrillo, y desde entonces ha ido mejorando año tras año, pero tímidamente.
En 2017 se concedieron 80.786 visados y para este año las previsiones de Asprima (Asociación de Promotores de Madrid) es que se acerquen a los 100.000. No obstante, sigue siendo una cifra que queda lejos de las 150.000 viviendas nuevas que hay que levantar anualmente como síntoma de un mercado inmobiliario sano.
¿Por qué está costando que se levanten al año unas 150.000 viviendas?
Daniel Cuervo, gerente de Asprima, señala varias razones:
- Las licencias de obra tardan mucho en otorgarse. Desde Asprima aseguran que si fueran más dinámicas, habría más obras y, por tanto, más visados concedidos. Por lo general, un ayuntamiento tarda de media 14 meses en dar la licencia y, a partir de aquí, la obra se visa en el Colegio de Aparejadores.
- La financiación ha vuelto al sector inmobiliario, pero no es inmediata. De hecho,los fondos valoran varias operaciones al mismo tiempo y son selectivos.
- Daniel Cuervo también señala que el planeamiento urbanístico en España está paralizado, por la elevada inseguridad jurídica. “El urbanismo está judicializado, algo que debemos de poner coto. Ganar seguridad jurídica significa minimizar riesgos”, añade. Y es que en Madrid hay varios planeamientos paralizados (los PAU del Sureste, la antigua Operación Chamartín), en Vigo, Santander o Marbella, también.
En este sentido, Daniel del Pozo, responsable de idealista/data, asegura que “los escándalos de corrupción urbanística del pasado han supuesto la demonización de cualquier iniciativa urbanística. Ningún político se atreve a desarrollar un plan general o a realizar los trámites urbanísticos para generar suelo para que no le tachen de especulador. Además hay que tener en cuenta que hay elecciones municipales en mayo 2019 y los gobiernos locales no quieren dar ningún argumento a la oposición que les amargue la campaña electoral”.
Otras razones que señala Daniel del Pozo son:
- El desconocimiento del funcionamiento de mercado y de la demanda realpor parte de la Administración Pública. El aumento de precios que se está produciendo en algunas zonas se debe a una alta demanda y a la inexistencia de oferta. Para evitar una subida de precios descontrolada lo que se debe hacer es identificar qué zonas y tipo de producto están siendo demandadas y a partir de ahí generar suelo para compensar oferta y demanda.
- Además, del Pozo subraya que las principales carteras de suelo están en manos de bancos, Sareb y fondos. “Aunque poco a poco van vendiendo siguen esperando el mejor momento para vender y obtener el mayor rendimiento de su inversión. Se da la paradoja de que los suelos en zonas demandadas, que son los que quieren los promotores, están siendo retenidos por los propietarios esperando incremento de precios y al mismo tiempo los propietarios ofrecen a los promotores los suelos en zonas menos demandadas”, añade.
- “La incertidumbre política, los amagos de intervencionismo y/o cambios de regulación del mercado inmobiliario están provocando todo tipo de debates respecto a la fecha de la próxima crisis”, sentencia Del Pozo.
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