El colectivo «No a espaldas de la Diócesis – Elizbarrutiarekin batera», perteneciente a la diócesis de Donostia-San Sebastián, se concentró el sábado frente a la catedral del Buen Pastor para denunciar la «actuación autoritaria del Obispado» y la decisión de «embarcarse en el negocio hotelero» al transformar dos edificios de su propiedad en apartahoteles, con «una ausencia total de criterio evangélico».
Tras unos carteles en los que se podía leer «Por una iglesia al servicio de los pobres, no a una iglesia turística hotelera», los convocantes quisieron poner de manifiesto que el Obispado ha dejado hace mucho sin eficacia real al Consejo Presbiteral Diocesano y al Consejo Pastoral Diocesano.
En un comunicado, el colectivo explicó que lo que más les preocupa es el cambio de rumbo que se está dando en cuestiones como es el del patrimonio diocesano. Denuncian que se han enterado por los medios de comunicación que el obispado transformará en apartotel el edificio que ha sido hasta ahora la sede de la curia diocesana desde la que se promovía la acción pastoral más importante de la diócesis, para crear 26 apartamentos con licencia de hotel. Al parecer, también está previsto algo similar con el edificio de la calle Urdaneta 10, actual residencia del Obispo y de algunos sacerdotes jubilados. Continúan diciendo que han podido saber que la parroquia de Todos los Santos ubicada en Intxaurrondo (Donostia) será destruida para construir una Residencia para mayores, no pública sino privada, para lo que el Obispado cuenta con un inversor: el edificio de la residencia tendrá 6 plantas y un parking de 4 pisos. De igual modo es motivo de preocupación la supresión arbitraria de algunas parroquias.
Todo ello, continua el manifiesto, está ocurriendo en una diócesis donde todas las noches duermen a la intemperie casi 150 personas y a donde están llegando continuamente migrantes devueltos por Francia por la frontera de Irún. Cuando en otras diócesis comienzan a promover “pisos sociales” para “los sin techo” escuchando las repetidas llamadas del papa Francisco, nuestra diócesis se embarca en el negocio hotelero aprovechando el “boom” turístico de la ciudad de Donostia.