Desde 2013 la esperanza de vida de los vascos ha mejorado en casi un año entre los hombres (80,3 años), mientras se mantiene en torno a los 86,5 años entre las mujeres.
Además, según una encuesta del Gobierno Vasco, en 2018 el 87% de los hombres y el 82% de las mujeres han valorado su salud como buena o muy buena, un 15 y 16% más que la media europea. Comparando con 2013, la buena salud percibida ha aumentado en ambos sexos (cuatro puntos en el caso de los hombres y cinco entre las mujeres). A medida que desciende el nivel socioeconómico disminuye la buena salud percibida.
La prevalencia de problemas de salud mental ha disminuido un 40% en los hombres y un 32% en las mujeres respecto a 2013. El 9% de los hombres y el 17% de las mujeres padece síntomas de depresión o ansiedad. Las personas que viven en entornos desfavorecidos tienen casi tres veces más de probabilidades de tener estos síntomas.
La dimensión de la salud que presenta problemas que inciden en la calidad de vida con más frecuencia es el dolor y/o malestar, que afecta al 24% de los hombres y al 33% de las mujeres. Le siguen la presencia de ansiedad o depresión, los problemas de movilidad o las dificultades para realizar las actividades cotidianas.
El 42% de los hombres y el 46% de las mujeres declara padecer alguna enfermedad crónica. Se detecta una estabilización de los factores de riesgo cardiovasculares.
El 9% de los hombres y el 11% de las mujeres presenta alguna limitación crónica de la actividad. Esta proporción no presenta diferencias sustanciales respecto a 2013.