La evolución de Luca Sangalli ameniza la situación que está viviendo la Real Sociedad a estas alturas de la temporada. El donostiarra ha vuelto a completar una sesión de entrenamiento junto al resto de sus compañeros tras el ictus sufrido el pasado 31 de octubre y poco a poco recuperará el ritmo de competición que ha perdido hasta la fecha.
No corren buenos tiempos en la entidad presidida por Jokin Aperribay, ya que con las tres derrotas consecutivas cosechadas en Liga acercan al conjunto donostiarra al pozo llamado descenso, resultando imaginable esta situación al haber estado semanas atrás a puertas de los puestos europeos.
Es demasiado pronto para que se le vea en la lista de convocados para el encuentro de este viernes que cerrarán el año los donostiarras ante el Deportivo Alavés, pero con la Navidad entre medias, Sangalli cuenta con dos semanas por delante en las que puede que gane con creces una plaza en la convocatoria para el Santiago Bernabéu, que lo visitarán en Reyes.
Mes y medio después, Sangalli y su alrededor ya tienen en el olvido el fatídico día con el que cerraron el mes de octubre. Ahora, con la vuelta a los entrenamientos, ha demostrado que deja atrás una de las etapas que más recordará en su trayectoria como futbolista, pero le fortalecerá aún más que haya superado esta etapa. «Cuanto mayor es el obstáculo, mayor gloria en superarlo».