El Gobierno Vasco y las diputaciones no han conseguido cerrar un acuerdo para renovar la Ley de Aportaciones, no obstante, han creado un fondo extraordinario de unos 60 millones de euros que podría ser un avance hacia una nueva norma.
El fondo extraordinario se repartirá cada año entre los territorios que aporten a la caja común más de lo que les corresponda. Una situación que afecta en estos momentos a Gipuzkoa y Álava.
El fondo se activará cuando algún o algunos territorios no alcancen el 99% de su coeficiente horizontal, el porcentaje que le corresponde aportar, y tendrá como límite el 0,45% de los recursos que se van a distribuir. Con este mecanismo se compensarán las desviaciones que puedan tener las diputaciones en sus aportaciones en función de lo que les correspondería en función de su PIB y otros indicadores.