El partido ante el Espanyol dejó una de cal y otra de arena para Asier Illarramendi. El capitán realista llegó a jugar su 200 partido oficial con la Real Sociedad tras saltar al campo en el minuto 65 en sustitución de Diego Llorente, pero llegó a tal cifra en un día donde los de Alguacil vieron con sus propios ojos cómo se les escapaba la última plaza para jugar la Europa League.
El centrocampista de Mutriku comenzó la tarde del sábado como suplente, pero en cuanto el partido se les empezó a ponerse cuesta arriba Alguacil le mandó a calentar junto a Januzaj. Se vistieron de corto tras el 1-0 de Rosales, y a los pocos minutos de entrar en juego encajaron el segundo y definitivo.
No ha sido una temporada fácil para el realista. A mediados de febrero se lesionó en Mestalla ante el Valencia y no volvió a jugar hasta la semana pasada, ante el Real Madrid. Sin embargo, Zubeldia ha mostrado suficientes capacidades como para sustituir a Illarra cuando no esté disponible.
Dolido por este fin de curso
Al capitán donostiarra le tocó hablar ante los micrófonos tras el último partido de la campaña. Se le notaba cabizbajo tras cosechar el resultado que les dejaría sin Europa, y afirmó que les quedó «mal cuerpo» al viajar «con ilusión de darle un buen final a la temporada». En términos generales dijo que no hicieron «un mal partido», con ocasiones pero sin materializarlas, como aquella que tuvo Willian José aún con el 0-0 inicial. «Hemos perdonado y ellos nos han marcado muy rápidos los dos goles. No le hemos podido dar la vuelta», destacó.
A cualquier seguidor de la Real se le ha hecho dura este año. Illarramendi cree que «este partido ha sido como nuestra temporada: queríamos pero no podíamos. Ha sido un año irregular, con tramos positivos y no tan positivos».
«Se ha visto claro que si no tienes dicha regularidad es difícil conseguir plaza para Europa. Es una pena terminar el año así tras llegar a este partido con la racha de tres victorias consecutivas», concluyó Illarramendi.