Una empleada de Iveco de 32 años se suicidó el pasado sábado después de que a través de WhatsApp se difundiera entre los trabajadores de la empresa un vídeo de contenido sexual que ella misma se grabó hace cinco años.
Durante la semana pasada comenzaron los rumores en los que existía un vídeo sexual de una compañera y fue, a lo largo de esa semana, cuando llegó a la mayoría de sus compañeros, hasta el punto de viralizarse.
En un principio se indicó que ella misma había mandado el vídeo por error a un grupo de WhatsApp. Sin embargo, la última versión de los hechos es que el vídeo lo compartió hace más de cinco años con una persona de la empresa con la que tuvo una relación sentimental. Ese noviazgo acabó y Verónica se casó y tuvo a sus dos niños. Ese ex amante se encaprichó hace poco con ella. La mujer se negó y este hombre fue el que, según sospecha la empresa, la extorsionó con difundir el vídeo que le mandó hace tiempo, amenaza que llegó a cumplir.
El vídeo llegó al marido de la víctima, que sufrió una crisis de ansiedad. La mujer pidió perdón a su marido tras destaparse los hechos. Los propios compañeros de Verónica comentaban entre ellos, que debido a las presiones que la víctima estaba sufriendo por la difusión del vídeo acabaría abandonando el trabajo. El viernes, Verónica abandonó su puesto de trabajo antes de terminar su jornada laboral y, un día después, se ahorcó.
La Policía Nacional está investigando los hechos como suicidio, después de que la mujer apareciese ahorcada en Alcalá. Sin embargo, desconocían la existencia del vídeo sexual. Si no hay ninguna denuncia de los hechos no se va a investigar el caso como un posible delito contra la intimidad por la difusión del vídeo.