El Colectivo Transfeminista de Euskal Herria ha denunciado una agresión «sexual, tránsfoba y lesbófoba» sufrida por una de sus integrantes el pasado 23 de mayo en la gasolinera Aritzeta, situada en San Sebastián.
Según explica este grupo en un comunicado, la agresión se produjo cuando la víctima, que se define a sí misma como «bollera transgénero», regresaba conduciendo su coche de regreso a Gipuzkoa desde Bilbao, cuando se percató de que otro automóvil la seguía «muy pegado» al suyo, a pesar de lo cual no pensó que tuviera problema alguno con ella.
En un momento dado, según la nota, la afectada decidió repostar en la estación de servicio de Aritzeta donde, al parar ante un surtidor, el ocupante del otro coche abrió la puerta del suyo y la agredió, al tiempo que trataba de estrangularla, la amenazaba de muerte y le «estranguló» las tetas de un modo que hizo que el dolor resultara «insoportable».
Ante esa situación, una trabajadora de la gasolinera alertó a la Ertzaintza, una de cuyas patrullas, «consciente de la gravedad del asunto» tras ver las imágenes del vídeo de la estación de servicio, salió «disparada» a identificar al agresor, que huyó del lugar.
Al día siguiente, tuvo lugar un juicio rápido en el que el acusado se mostró dispuesto a aceptar los cargos por agresión leve y amenazas en caso de que la víctima accediera a retirar el recurso que había interpuesto por «agresión sexual».
El comunicado aclara que, ante esta situación, la perjudicada exigió también una «disculpa» a la que el encausado accedió, además de compensarle con 150 euros y aceptar una orden de alejamiento durante un año.
Según la nota, en el juicio, la víctima explicó que, aunque en la vista no se entendiera que hubiera sufrido una «agresión sexual», ella tenía claro que sí «lo es».