Vuelco electoral en Grecia, con mayoría absoluta de la derecha Alexis Tsipras había planteado la campaña electoral como una batalla que luchaba a contracorriente. Veía que debía pelear contra un sistema mediático hostil, contra las imposiciones de los acreedores y el hastío de los griegos, hartísimos de tantos años de recesión. Confiaba en un milagro. Pero ha perdido la guerra.
Después de cuatro años y medio termina el laboratorio de la izquierda radical griega. La Nueva Democracia de Kyriakos Mitsotakis ha ganado las elecciones por un 39,78% de los votos, una victoria arrolladora que le permitirá gobernar en solitario gracias al bono de 50 diputados, todavía vigente, que entrega el sistema electoral griego al vencedor. Los conservadores se han impuesto en la mayoría del país, como sucedió en las europeas, lo que confirma que la opinión de los griegos es uniforme: el país quiere un cambio.