Julio César era un fan de los espárragos.
Sí, parece ser que el origen de los espárragos es mediterráneo, más concretamente de la zona entre los río Tigris y Eúfrates.
Lo cierto es que la cocina romana, la gastronomía del antiguo Imperio fue evolucionando al mismo tiempo que sus conquistas, siendo la influencia más importante la de la cocina griega.
La enorme expansión del imperio dio lugar a que se incluyeran hábitos culinarios nuevos y técnicas de cocina de las provincias adoptando como propios productos y recetas que antes no conocían.
Sorprende que ya dieran importancia a unos alimentos sobre otros, siendo los diuréticos los alimentos más apreciados por buena parte de la población. Y valga el ejemplo, para Julio Cesar los espárragos rociados con mantequilla y salsa de limón era uno de sus platos favoritos.
Ya desde la antigüedad se reconoce al espárrago como un producto sano y fundamental en la dieta diaria. Y es parte importante de la gastronomía a través de los tiempos.
Y por supuesto el Espárrago de Navarra, que a pesar de que la gastronomía de esta región se ha visto altamente influenciada por la vasca y riojana, ha conseguido mantener una personalidad propia y tiene al espárrago blanco cómo delicatessen abanderado de muchos de sus platos.