La Ley de Instituciones Locales de Euskadi dará competencia a los ayuntamientos para decidir cómo ordenar el uso del euskera y el castellano en sus relaciones internas y externas, siempre de manera acorde a la realidad sociolingüística de su ámbito geográfico y respetando el derecho de los ciudadanos a relacionarse en ambas lenguas oficiales.
Los principales objetivos de la nueva norma son convertir el euskera en lengua de trabajo y de relación entre administraciones, racionalizar el uso de las traducciones e interpretaciones e impulsar el uso de la lengua en y desde los municipios.