El 52% de los ciudadanos de Euskadi únicamente permitiría la entrada en el país a personas que tuvieran contrato de trabajo, según los resultados del barómetro relativo a 2019 elaborado por el Observatorio Vasco de la Inmigración-Ikuspegi.
Asimismo, el 49,7% de la población cree que se debe regularizar administrativamente únicamente a quienes dispongan de dicho contrato laboral.
De este informe también se desprende que la mayoría de los ciudadanos, un 91%, no ven la inmigración como un problema.
Sobre el acceso a los derechos, una mayoría de los encuestados considera que la educación (70 %) y la sanidad (61 %) deberían ser universales, pero prácticamente esa misma mayoría es partidaria de que solo los inmigrantes regularizados puedan optar a ayudas sociales, viviendas de protección oficial o el reagrupamiento familiar.
De hecho, un 53,3 % cree que se benefician excesivamente del sistema de protección social. Otros dos estereotipos que se mantienen es que contribuyen a que aumente el machismo (40,4 %) y que generan inseguridad y delincuencia (37,4 %).