“¡Hay bizcocho recién hecho en la cocina!” puede ser una de las frases que más feliz hace a alguien cuando entra en casa, y aunque es una receta de siempre que hemos visto preparar mil veces, no todos son iguales.
El bizcocho podemos hacerlo de casi cualquier ingrediente y seguramente esté rico, pero… ¿cómo conseguir el bizcocho perfecto?
Eso no es tan sencillo, una vez lo metemos al horno estamos todo el tiempo pegados al cristal pendientes de si sube, si se hunde o se cuartea. Muchas veces preparamos la masa con toda la atención y cuidado pero el resultado no es el que esperábamos. ¡Pues se acabó! sabemos cómo conseguir el bizcocho más esponjoso, alto, esbelto y delicioso.
Estos son nuestros consejos:
1. ¡No hagas la receta a ojo!
Si la receta que utilizas para hacer tus bizcochos es heredada o la has buscado en algún blog, asegúrate de que todas las cantidades están indicadas. Parece una tontería, pero seguir la receta al pie de la letra es fundamental, nada de añadir un ingrediente a ojo o improvisar con uno nuevo sobre la marcha.
2. ¡Mantén todos los ingredientes a la misma temperatura!
Presta atención a este truco, porque pocos lo tienen en cuenta. Consiste en conservar todos los ingredientes a temperatura ambiente una media hora antes de preparar la masa del bizcocho. De esta forma, no habrá unos alimentos más fríos que otros que puedan cortar el proceso químico.
3. ¡Bate bien los huevos!
Este paso es esencial para obtener un bizcocho súper esponjoso. Debemos airear mucho los huevos utilizando una batidora de varillas o robot de cocina hasta conseguir que queden como una mousse. Los huevos son uno de los ingredientes que se benefician si los dejamos a temperatura ambiente unos minutos antes de comenzar a preparar el postre. Pues así, retienen más aire y por tanto será más fácil airearlos.
4. ¡Tamiza la harina!
Elige una harina correcta, cuánto más suave sea mejor ya que contiene menos gluten. Te recomendamos tamizarla antes de incorporar a la masa puesto que así conseguimos airearla y por tanto, que el bizcocho quede más esponjoso.
5. ¡La leche!
Un ingrediente que comparten todos los bizcochos, o al menos los originales, es ¡la leche!. Normalmente, utilizamos leche porque además de sabor, aporta nutrientes pero, ¿sabías que debe ser el último ingrediente que añadir? Es importante que no esté ni muy fría ni muy caliente para que se fusione bien con el resto de la mezcla.
6. El molde
El tamaño del molde influye mucho en el resultado final. Lo ideal es rellenar ¾ partes de su capacidad, según cuánta cantidad de mezcla tengas necesitarás uno u otro. El segundo aspecto a tener en cuenta, es el engrasado. No importa si lo haces con mantequilla o aceite pero sí que lo hagas para que luego no se rompa al desmoldarlo.
7. ¡Precalienta el horno!
Precalentar el horno es algo que todo el mundo suele hacer, pero por si acaso, recordamos que es un paso importante. Es la única forma de controlar el tiempo de cocción una vez introducimos el bizcocho. Y lo colocamos en el centro, con calor arriba y abajo para que se haga bien por todo.
8. El desmoldado
Cuando nuestro bizcocho está listo, lo sacamos del horno y dejamos en el molde durante unos 10 minutos para que se enfríe. Así, cuando desmoldamos no se pega ningún trozo y su forma es perfecta.
Siguiendo estos consejos, solo debes preocuparte de que todo el mundo lo pruebe y conozca lo bien que se te da preparar bizcochos esponjosos. Si tu tienes algún truco que no hayamos mencionado con el que consigues que te salgan siempre bien, estaremos deseando saber más en nuestras redes sociales.
Por último, si te han entrado muchas ganas de preparar un rico bizcocho en casa, te proponemos nuestra receta de Bizcocho de Naranja, así comienzas a poner en práctica estos consejos.