España sigue teniendo un gran problema de déficit público. El Gobierno que preside Pedro Sánchez no podrá cumplir su objetivo de bajar al 2% el déficit del Producto Interior Bruto (PIB) doméstico. Este era el límite anunciado por la ministra de Hacienda en funciones, María Jesús Montero, tras las elecciones generales del 28 de abril, e incumplirlo supondrá que a final de año no se habrán cumplido varias de las previsiones realizadas por el Ejecutivo socialista.
Hace unas semanas, los comisarios Valdis Dombrovskis y Pierre Moscovici ya advirtieron de un «riesgo de desviación significativa» en su revisión del plan presupuestario enviado a Bruselas por la titular de Economía en funciones, Nadia Calviño. En el borrador, la ministra planteaba que se cerrará el año con un deficit cinco décimas por debajo del registrado a finales de 2018, del 2,5% del PIB.
Según informan fuentes del Gobierno, el objetivo de bajar el déficit público al 2% no podrá conseguirse. No obstante, según indican las mismas fuentes, la intención del Ejecutivo socialista será la de «intentar acercarse todo lo posible».
Incumplir las previsiones supone el enésimo varapalo a las estimaciones realizadas tanto por Calviño como por Montero. Hace unos días, la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) consideró que hay cinco comunidades autónomas -Aragón, Castilla-La Mancha, Extremadura, Murcia y la Comunidad Valenciana- que tienen muy complicado mantener la estabilidad presupuestaria en el 0% marcado por el Ejecutivo.