Iñigo Urkullu visitó ayer la «pionera» Fundación San Rafael, que atiende a personas con dependencia física, psíquica o en riesgo de exclusión social en Donostia, para agradecer su servicio.
El lehendakari destacó su «cercanía y apoyo a la gran familia que forman las personas responsables, trabajadoras, voluntarias y residentes» de este centro y se mostró orgulloso de contar con una institución «con principios y valores de solidaridad».