Cinco de los seis jóvenes que permanecían en prisión por estar investigados por la muerte de Santi Coca, el menor que falleció tras recibir una paliza en Donostia, han quedado en libertad provisional.
El juez instructor del Juzgado número 1 ha adoptado esta decisión después de que el pasado 5 de febrero el informe de la autopsia elaborada por el Instituto Vasco de Medicina Legal desvelara que los traumatismos que sufrió el joven fueron «de escasa entidad», sin resultar concluyente sobre las razones de la hemorragia cerebral que acabó con su vida y sin decantarse entre una causa «homicida» o «natural».
No obstante, la misma sentencia se pronuncia colateralmente sobre el ciudadano argelino que continúa en prisión, al recordar que en el informe de la autopsia sí «se aprecia un impacto directo y un posible origen traumático en el origen» de una de las lesiones que presentaba el fallecido. «Este impacto es compatible con la agresión», «en concreto la patada que podría haber dado en la cabeza del fallecido, cuando éste ya se encontraba en el suelo», recoge este documento.
Santiago Coca falleció tras permanecer dos días en coma en el hospital, después de sufrir una agresión la madrugada del pasado 26 de abril por parte de un grupo de personas al inicio del Paseo de la Concha.