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Miles de viviendas en Gipuzkoa siguen sin pasar la Inspección Técnica del Edificio. El parque de viviendas envejece en Gipuzkoa y, al igual que sus inquilinos, tarde o temprano necesitan pasar por botica y ponerse en manos de expertos que evalúen su maltrecha salud. Por ley, en Euskadi es obligatorio hacerlo cuando el inmueble ha cumplido medio siglo de vida, edad que ya superan más de 75.000 viviendas vascas, de las que 22.760 se construyeron en Gipuzkoa. No se trata de un mero trámite. Las inspecciones “son fundamentales” para asegurar la conservación de los edificios y evitar males mayores. A pesar de ello, el grado de cumplimiento en el territorio es notablemente mejorable. Se sitúa en un 46% o, lo que es lo mismo, todavía hay 12.199 viviendas que a pesar de su progresivo deterioro todavía no han pasado el análisis técnico que evalúe su estado de conservación.
Esto sí lo han hecho un total de 10.561 casas de Gipuzkoa. Estas casas fueron construidas en una época que no guarda ninguna relación con los actuales planes urbanísticos, ni con las necesidades que afloran de una población cada vez más envejecida y con crecientes problemas de movilidad. No es extraño por ello que la accesibilidad sea una de las principales líneas de actuación cuando se someten a revisión. A este respecto, hay deberes por hacer puesto que en 11.761 casas del territorio no se ha resuelto este problema, que siempre va por delante de los medios habilitados para ello. Algo similar ocurre en el conjunto de Euskadi, donde se han realizado mejoras solo en el 9% de las 44.891 inspecciones. Dicho de otro modo: la accesibilidad no está resuelta en el 81% de los casos.