Las trabajadoras de las residencias de Gipuzkoa entraron ayer en la en la Casa de las Mujeres de Donostia en una acción pacífica para “denunciar el doble rasero de las instituciones públicas que hacen propaganda feminista mientras permiten que las mujeres sufran una alarmante brecha salarial en las residencias que financian en un 90%».
Según han informado, el encierro se prolongará hasta el 8 de marzo.