Táchira registró un total de 56 apagones durante febrero, lo cual significa un aumento de cuatro apagones más que en enero, cuando El Pitazo registró 52 cortes de electricidad. En total, en los dos primeros meses de 2020 Táchira ha tenido al menos 108 apagones, cuya duración varió desde 30 minutos hasta 18 horas.
Cada corte de luz se dio en diferentes horarios, entre las 3 am a las 9 am, a mediodía, o entre las 3 pm y las 9 pm. No obstante, también se han reportado fallas en horarios distintos al patrón usual. De hecho, la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec) ha publicado dos cronogramas sobre los cortes de electricidad, los cuales no se han cumplido en el estado. Este registro ha dividido a Táchira en dos, pero es difícil descifrar qué bloque pertenece a cada localidad.
Debido a los constantes e inesperados cortes, los comerciantes han decidido adquirir plantas generadoras para mantener sus negocios abiertos en medio de la oscuridad y la ausencia de luz. Por otro lado, la intermitencia del voltaje también ha originado la adquisición de equipos de protección eléctrica, como reguladores de voltaje o supresores de pico. El regulador de voltaje estabiliza el voltaje y mantiene la vida útil de aparatos, en tanto que el supresor de pico anulan la variación de voltaje y evita que llegue a los equipos conectados.
Por otro lado, en febrero no hubo cortes por 48 horas en la zona de la frontera. Ello se debió a la realización de los Carnavales de San Antonio del Táchira y a la posterior visita de los miembros de la Asamblea Nacional Constituyente para realizar un acto el 23 de febrero.
Además de Táchira, otros estados que han sufrido los apagones en el último año son Zulia, Barinas, Mérida, Guárico y Portuguesa. El último en sumarse a esta situación ha sido Caracas, que sufrió hace algunas semanas tres días sin luz. La situación ha perjudicado a las familias y ha afectado los principales servicios.
El servicio de agua y las comunicaciones son algunos de los más afectados. Las estaciones del metro de Caracas permanecieron cerradas durante el apagón, lo cual ocasionó el colapso del sistema de transporte público. El caos reinó durante este período en la capital venezolana.
Al mismo tiempo, los apagones se han intensificado en el suroccidente del país. Corpoelec ha señalado que el apagón fue provocado por un “sabotaje” en las líneas de transmisión de alta tensión.
El sector que se ha visto más perjudicado por los apagones es el de Salud, pues se estima que los hospitales pasaron un promedio de 342 horas al mes sin electricidad el último año. Pero la electricidad no el único servicio con problemas, pues ocho de cada 10 hospitales sufrieron interrupciones con el suministro de agua cada semana.