Según la revisión de las previsiones económicas para este año del Gobierno Vasco, el Producto Interior Bruto (PIB) de Euskadi caerá un 8,7% y se calcula que se perderán unos 68.000 puestos de trabajo.
El consejero de Hacienda y Economía del Gobierno Vasco, Pedro Azpiazu, ha reconocido que el parón de la actividad por el coronavirus ha generado una situación económica «muy complicada» en 2020, que se verá en parte compensada con un crecimiento del 6,7% del PIB y del 5,4% del empleo en 2021.
El consejero, que ha dicho que esta era una de sus comparecencias más difíciles de la legislatura, hizo a principios de abril una primera estimación de caída del 3,6 % de la economía en Euskadi como consecuencia de la pandemia, pero pocos días después ya advirtió de que esos cálculos se iban a ver ampliamente superados de forma negativa.
Hace casi un mes, el Centro de Predicción Económica (Ceprede) ya estimó en un 7,2 % la previsible contracción de la economía vasca este ejercicio, un porcentaje que se ha visto superado por el facilitado por el Gobierno Vasco.
Estos malos augurios económicos van a tener una gran incidencia en el empleo, con la pérdida de unos 68.000 puestos de trabajo a tiempo completo, de los que se recuperarán unos 48.000 en 2021.
Esta evolución hará que se cierre este año con una tasa de paro del 13,7 %, -ahora está por debajo del 10 % que era el objetivo del Ejecutivo autonómico al acabar la legislatura-, y que en 2021 se sitúe en el 12,2 %.