Xabier Rodríguez, ingeniero industrial gallego emigrado, ha decidido viajar a su tierra para pasar sus vacaciones. Lo que no podría imaginar es que al pedir un café con leche en un bar, lo iba a recibir acompañado de una tapa de lentejas.
«Aunque la combinación no tenía mucho sentido -también había callos- opté por las lentejas. Porque aunque es verano, eran las 9 de la noche y en Lugo estábamos a 12 ó 13 grados en terraza y dije: necesito algo calentito», ha confesado.