El Banco de España empeora sus expectativas sobre la economía y corrige entre dos y cuatro puntos a la baja su previsión de crecimiento para el año que viene, situándola entre el 7,3% y el 4,1%.
El organismo estimaba el pasado mes de junio que el impacto de las medidas para frenar la pandemia sería menor de lo que finalmente fue entre abril y junio. La realidad reflejó una caída más severa (-18%) de lo previsto.
Los economistas también habían considerado que desde junio se produciría una recuperación económica «robusta», dejando atrás lo peor de la crisis. Pero los rebrotes y las medidas de cuarentena adoptadas por países que envían millones de turistas a España en verano frustraron esta expectativa.