El Gobierno Vasco y las Diputaciones forales han descartado subir impuestos durante la crisis actual, optando por el déficit y el endeudamiento para salir de ella.
De hecho, las instituciones vascas tenían previstas una reforma fiscal y una eventual subida de impuestos en Euskadi, pero han sido aplazadas para evitar un «efecto contractivo» en la economía.