El Departamento de Seguridad del Gobierno Vasco ha notificado que el cadáver de un pescador de 43 años fue hallado el sábado a media milla de la costa de Pasaia tras haber caído accidentalmente al agua horas antes, y que un cazador de 63 años de Oñati murió ayer tras sentirse indispuesto y un pescador
El primer suceso ocurrió sobre las dos de la madrugada. El pescador cayó al mar cuando se encontraba en compañía de un amigo, en la zona de Las Puntas, en la bocana del Puerto de Pasaia. Al parecer, ambos pescadores fueron arrastrados por un golpe de mar, pero uno de ellos consiguió volver a tierra tras sujetarse en una roca, tras lo cual dio aviso de lo sucedido a SOS-Deiak/112.
Una vez que SOS-Deiak/112 tuvo conocimiento del suceso, envió al lugar varias patrullas de la Ertzaintza, así como embarcaciones de Salvamento Marítimo y Cruz Roja del Mar. Más tarde se unieron a la búsqueda embarcación de la Unidad Marítima y un helicóptero de la Ertzaintza, así como sendos equipos del Grupo de Montaña y del Grupo de Buceo de la Unidad de Vigilancia y Rescate de la Ertzaintza, Bomberos y un equipo de Protección Civil de Pasaia.
Hacia las tres y media de la tarde, un helicóptero de la Ertzaintza localizó a media milla de la costa en la demarcación de Pasaia el cuerpo sin vida del pescador desparecido.
Por otro lado, un vecino de Oñati de 63 años de edad falleció ayer por mañana en el monte Urastegi, en el término municipal de la misma localidad, como consecuencia de un infarto. En el momento en que comenzó a sentirse indispuesto, sobre las ocho de la mañana, el amigo que le acompañaba llamó a SOS-Deiak/112 para solicitar ayuda. Una ambulancia medicalizada llegó hasta el lugar donde se encontraba, así como varias patrullas de la Ertzaintza, una dotación de Bomberos, un helicóptero de la Ertzaintza y un helicóptero de Osakidetza, por si era necesaria su participación, ya que la persona afectada se encontraba en el monte.
Una vez que el personal médico, junto con los ertzainas, llegaban hasta el lugar, se aprestaban a estabilizar al enfermo –un vecino de Oñati de 63 años de edad-, pero no lo conseguían y acababa falleciendo.