La entidad Popular Banca Privada, conocida como Banco Popular, ha sido condenada por un juzgado de Donostia a devolver a una clienta 100.000 euros que invirtió en octubre de 2010 en un producto financiero, por entender que en el caso existió «error» y «vicio» en el consentimiento prestado por la clienta.
La clienta, que se considera «totalmente inexperta» en el sector financiero, depositó el dinero para invertir en acciones de una sociedad de capital riesgo (Sicar) y ha denunciado que desde 2011 hasta 2019 Popular Banca Privada «dispuso de una serie de cantidades» sin su «autorización» hasta «liquidarla y dejarla a cero».
La entidad bancaria reintegrará ahora los 100.000 euros a la afectada, más los correspondientes intereses legales, así como los gastos y comisiones abonados por la perjudicada.