El proyecto LIFE-IREKIBAI ha hecho balance de las acciones realizadas desde 2016. Las actuaciones de conservación llevadas a cabo y la eliminación de obstáculos existentes en el río Bidasoa y Leitzaran y en sus Zonas Especiales de Conservación han mejorado el estado ecológico y de la conectividad de las masas de agua, favoreciendo así el movimiento piscícola y aumentando la capacidad del hábitat fluvial.
En resumen, se han eliminado 11 presas que impedían el libre fluir de la fauna piscícola; se han acondicionado dispositivos para el paso de peces que han permeabilzado hasta hace poco muros infranqueables y han facilitado la recurrente visita de especies migratorias; y se ha acondicionado madera muerta en el río para el refugio del visón europeo, la mejora del hábitat del salmón atlántico o la reducción de la erosión de las orillas.
Esta restauración fluvial permite que hoy, en la cuenca del Bidasoa, los salmones más fuertes superen Elizondo tras remontar 64 kilómetros y que en Leitzaran puedan hacen lo propio ya en un tramo 61 kilómetros.