Sendagrup, el centro médico de Donostia, nos informa sobre la importancia de alinear el cuerpo para evitar dolores musculares.
Probablemente, el hecho de que te dijeran «ponte derecho» en la adolescencia te haya parecido un rito de iniciación, pero esos molestos adultos estaban en lo cierto. Una buena postura ayuda a gozar de buena salud.
La alineación correcta del cuerpo puede ayudar a evitar un exceso de presión sobre las articulaciones, los músculos y la columna vertebral, lo que alivia el dolor y disminuye las probabilidades de sufrir una lesión. Como ventaja adicional, una correcta postura puede mejorar tu productividad y tu humor; asimismo, puede permitirte utilizar los músculos de forma más eficaz. Es probable que mejorar la postura demande tiempo y un esfuerzo consciente, pero los beneficios de sentirse bien hacen que valga la pena.
Entonces, ¿cómo debería ser una postura correcta? Utiliza la «prueba de la pared» para descubrirlo:
Párate de manera tal que la parte posterior de la cabeza, los omóplatos y los glúteos toquen la pared, y los talones estén a una distancia de 2 a 4 pulgadas (de 5 a 10 cm) de la pared.
Coloca una mano plana detrás de la parte baja de tu espalda. Deberías poder deslizar apenas la mano entre la parte inferior de la espalda y la pared para tener una correcta curvatura de la parte baja de la espalda.
Si queda mucho espacio detrás de la parte inferior de la espalda, mete el ombligo hacia la columna vertebral. Esto aplana la curva de tu espalda y la acerca suavemente hacia la pared.
Si queda muy poco espacio detrás de la parte inferior de tu espalda, arquea la espalda solo lo suficiente como para que puedas deslizar la mano.
Aléjate de la pared mientras mantienes la postura correcta. Luego regresa a la pared para verificar si la mantuviste.
Sabemos, desafortunadamente, que la postura ideal es, a menudo, la excepción en vez de la regla. Una mala postura te puede afectar desde la cabeza hasta los pies, lo que conlleva una serie de problemas.
Dolor de cabeza. Una mala postura puede tensar los músculos de la parte posterior de la cabeza, del cuello, de la parte superior de la espalda y de la mandíbula. Esto puede hacer que se ejerza presión sobre los nervios cercanos y provocar lo que se conoce como «cefalea tensional o cefalea producida por un espasmo muscular».
Dolor de espalda y de cuello. El dolor y la tensión o la rigidez en la espalda y en el cuello pueden deberse a lesiones y a otras afecciones tales como artritis, hernia de disco y osteoporosis, y la mala postura es un factor frecuente que influye. El dolor de espalda y de cuello puede ser crónico y puede disminuir tu calidad de vida, aunque rara vez la ponen en peligro.
Dolores de rodilla, de cadera y de pies. La debilidad muscular, la rigidez o la falta de equilibrio, la falta de flexibilidad y la mala alineación de las caderas, las rodillas y los pies pueden impedir que la rótula (patela) se deslice suavemente sobre el fémur. La fricción resultante puede provocar irritación y dolor en la parte delantera de la rodilla, una afección conocida como «dolor patelofemoral». La mala alineación del pie y del tobillo también puede desencadenar una fascitis plantar, una afección en la cual la banda gruesa de tejido que conecta el talón con la región metatarsiana (fascia plantar) se inflama, lo que provoca dolor en el talón.
Dolor y pinzamiento en los hombros. El manguito de los rotadores es un grupo de músculos y tendones que conecta la parte superior del brazo con el hombro. La tensión, la debilidad o el desequilibrio muscular asociados con una mala postura pueden provocar que los tendones del manguito de los rotadores se irriten y produzcan dolor y debilidad. Una postura encorvada e inclinada hacia adelante también puede provocar que estos tendones se pincen (pinzamiento). Finalmente, esto puede dar lugar a un desagarro en el tejido del manguito de los rotadores, una lesión más grave que puede causar dolor y debilidad importantes y limitar la capacidad para llevar a cabo las actividades diarias.
Dolor en la mandíbula. Una postura con la cabeza inclinada hacia adelante puede tensionar los músculos que se encuentran debajo de la barbilla y provocar que la articulación temporomandibular se sobrecargue. Esto podría generar dolor, fatiga y un chasquido en la mandíbula, además de dificultad para abrir la boca, dolores de cabeza y dolor de cuello.
Fatiga y problemas respiratorios. Los malos hábitos posturales pueden restringir la caja torácica y comprimir el diafragma. Esto puede reducir la capacidad pulmonar, generando una respiración poco profunda o dificultosa, fatiga y falta de energía, lo que puede afectar tu productividad general.
Mejorar tu postura puede ayudar a evitar o a revertir muchas de estas afecciones. Te sorprenderás al ver cómo puede mejorar tu calidad de vida, con solo pararte un poquito más erguido.
Te invitamos a visitar la web de Sendagrup, www.sendagrup.com