Sanidad ha creado un sistema de información para llevar a cabo el seguimiento de la vacuna contra la COVID-19, en el que las comunidades autónomas tendrán que comunicar a la administración los datos de las personas que reciban el medicamento y también de las que lo rechacen.
En el caso de las personas que no se vacunen, se tendrán que señalar las razones por las que no lo han hecho, ya sea por haberla rechazado, por ser contraindicada por su médico o si se trata de una excepción.
El objetivo del tratamiento de estos datos es analizar a efectos estadísticos y de georreferenciación y «adicionalmente, la acreditación del acto de vacunación mediante la emisión del correspondiente certificado».