Aunque aparecen por diversas causas, el sedentarismo es una de las más habituales. Las cerezas, la cúrcuma, los huevos o el café alivian, pero hay más… Sendagrup, centro médico líder de Donostia, te indica cuales son para que llenes con ellos tu despensa.
Todos en algún momento hemos sufrido dolor muscular, también conocido como mialgia; algunos incluso lo padecen habitualmente. Dicha afección puede perjudicar a varios músculos, implicando una pequeña área del cuerpo, o comprometer también a los tendones y los ligamentos, ampliando así la extensión del dolor. El dolor muscular sistemático, el dolor en todo el cuerpo, a menudo se debe a una infección, una enfermedad o un efecto secundario de un medicamento. Pero ¿qué otras causas pueden estar detrás? En algunas ocasiones, aparece como consecuencia de la práctica deportiva, ya sea por la sobrecarga del músculo, derivada de un calentamiento previo inadecuado o por ejecutarlo intensamente, o la lesión del mismo, tras el mantenimiento de un esfuerzo extra. También puede ser el resultado de un trabajo físico demasiado exigente o lesiones físicas menores, como esguinces o traumatismos, que no han sido tratadas correctamente.
No obstante, el dolor muscular también puede estar relacionado con dolencias habituales, como la gripe y otras infecciones similares, y con enfermedades de mayor relevancia como la fibromialgia, el hipotiroidismo o el lupus, entre otras. Sin embargo, el sedentarismo es una de las causas más extendidas. Según la OMS, «la inactividad es un problema de salud pública. Al menos, un 60% de la población mundial no realiza la actividad física necesaria para obtener beneficios para la salud». Es decir, nuestro cuerpo está programado para moverse y cuando no lo hace, sobrevienen problemas de salud como fatiga, obesidad, cardiopatías, hipertensión, contracturas y dolores musculares.
Sea como fuere, el dolor muscular nos advierte de que algo no va bien en el organismo, reclamando atención médica. No obstante, la alimentación también aporta su granito de arena a la hora de sobrellevar dichas molestias, en tanto que existen ingredientes con propiedades coadyuvantes que pueden actuar como complemento del tratamiento principal. Veamos cuáles son:
Café. Por extraño que resulte, dos tazas de esta bebida, el combustible que muchas personas necesitan para despertarse por las mañanas, ayuda a aliviar los dolores musculares. Según un estudio publicado en ‘The Journal of Pain’, la cafeína de este brebaje reduce el dolor en un 48% tras la práctica deportiva. Asimismo, los investigadores descubrieron que la combinación de esta sustancia con analgésicos disminuía en un 40% la necesidad de recurrir a otros medicamentos para alcanzar el mismo estado de alivio. Resultados que no han sido contrastados por otros trabajos.
Semillas de cacao. Son ricas en flavonoides, antioxidantes que ejercen un papel fundamental en la producción de óxido nitroso en el organismo, cuya función es la relajación y la expansión de los vasos sanguíneos y, por lo tanto, del descenso de la presión arterial y la relajación muscular. También contienen magnesio, un mineral clave para la regulación de la función muscular y el sistema nervioso; y vitamina B, que mejora el tono muscular.
Huevos. Las proteínas que incluyen en su composición participan en el mantenimiento de la salud muscular y ósea, ayudando a prevenir los dolores. No obstante, consumirlos tras la práctica deportiva permite aprovechar más los beneficios que proporcionan. Al menos es lo que se desprende del estudio publicado en ‘The American Journal of Clinical Nutrition’, el cual demostró que el consumo de huevos enteros promueve la estimulación de la síntesis de las proteínas musculares tras el ejercicio físico.
Jengibre. Esta raíz de gusto picante, nativa de Asia y perteneciente a la familia de las zingiberáceas, tiene propiedades antiinflamatorias que reducen la hinchazón de las articulaciones y los músculos y, por lo tanto, previenen los dolores musculares.
Canela. Esta especia ha sido utilizada a lo largo de la historia para dar un toque exótico a las elaboraciones culinarias y también con fines medicinales. Además de ser antioxidante y controlar el metabolismo y el gasto energético, atesora propiedades antiinflamatorias, siendo un ingrediente ideal para combatir las infecciones y prevenir los dolores musculares. Cualidades que quedan demostradas en un estudio recogido en la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, el cual concluye que «la administración de canela muestra una disminución en el dolor muscular.»
Cerezas. Esta fruta, que la naturaleza tiene el capricho de regalarnos en pequeñas dosis, es una aliada para paliar los dolores musculares. La razón estriba en que contienen antocianinas que, además de conferirles su característico color rojo, tienen un elevado poder antioxidante y antiinflamatorio, protegiendo los músculos y mitigando el dolor.
Cúrcuma. Esta otra especia de color dorado contiene curcumina, una sustancia antioxidante que influye en el dolor muscular -sobre todo el de inicio retardado o DOMS-, mejora la recuperación del músculo tras una actividad física o disminuye el riesgo de lesiones.
Espinacas. Esta verdura de hoja verde es rica en antioxidantes, que actúan contra el daño que provocan los radicales libres; y nitratos, un compuesto que mejora la contracción de los músculos y la función muscular, previniendo el dolor. Además, son generosas en magnesio, un mineral que garantiza la salud de la función muscular, tal y como hemos visto anteriormente.