El Gobierno español, la patronal y los sindicatos han conseguido un preacuerdo para que los ‘riders’ o repartidores de plataformas digitales dejen de ser autónomos para ser asalariados.
En septiembre el Tribunal Supremo ya reconoció que los repartidores de Glovo son falsos autónomos. Para el Supremo, esta empresa no es una mera intermediaria en la contratación de servicios entre comercios y repartidores, sino una empresa que presta servicios de recadería y mensajería.