Aunque hay mucha oportunidad de negocio, también los hay que siguen sufriendo los coletazos del COVID.
El mundo ha cambiado por completo por culpa de la pandemia del coronavirus. Salir a la calle ahora se ha convertido en algo que se debe hacer con extremo cuidado, guardando distancias con las personas, llevando mascarilla y, siempre, con algo con lo que poder lavarse las manos en caso de contacto.
El mundo ha cambiado por completo por culpa de la pandemia del coronavirus. Salir a la calle ahora se ha convertido en algo que se debe hacer con extremo cuidado, guardando distancias con las personas, llevando mascarilla y, siempre, con algo con lo que poder lavarse las manos en caso de contacto.
Esta nueva situación ha puesto patas arriba nuestro día a día, limitándonos en muchos sentidos. De hecho, los negocios dan buena fe de ello. Muchas empresas han tenido que cerrar, otras tantas han tenido que acogerse a los ERTE, y muy pocas han podido crecer o mantenerse con normalidad.
¿Y qué sectores son los que más han sufrido el impacto del COVID? Hemos repasado todo el panorama laboral actual para ver cuáles son los grandes dañados, aunque saltan a la vista.
¿Cuáles han sido los sectores más afectados por la pandemia?
Muchas empresas y sectores están sufriendo a raíz de la pandemia. Sin embargo, ¿cuáles son los que más están notando el impacto de este cambio social? Desde luego, hay algunos candidatos más que claros viendo todo el panorama actual. Aquí vamos a ver los más dañados, con diferencia.
Turismo y sus sectores ligados, los más afectados
Sin duda alguna, el turismo es el sector que más ha sufrido todo lo que tiene que ver con la pandemia. Algo especialmente importante, dado que es uno de los grandes motores de la economía nacional.
Las reservas han caído en picado en los hoteles por razones obvias. Aunque muchos han intentado ofrecer precios y promociones especiales, las restricciones de movilidad y el riesgo de contagio han provocado que haya muchos menos turistas. De hecho, incluso se han cerrado fronteras con países colindantes para evitar la transmisión del virus.
Para los hoteleros esto ha sido una herida de muerte en muchos casos. Algunos han tenido que cerrar y la facturación ha descendido notablemente. Se prevé una mejora en el medio-largo plazo, pero la realidad es que, hasta que no se haya combatido por completo la
pandemia, los hoteles no podrán volver a funcionar como antes.
Debido a esto, todo lo ligado al turismo ha sufrido también. Sin ir más lejos, hasta la venta de maletas ha descendido. En este sentido, Mario Camacho el CEO de comprarlasmejores.com nos da algún dato sobre uno de los sectores más perjudicados actualmente: «El sector del turismo ha sido sin duda el gran afectado, pero cuando hablamos de este sector a menudo pensamos en las aerolineas o agencias de viajes, sin embargo, hay un montón de empresas asociadas a este sector como es el caso por ejemplo
de los fabricantes de productos para viajes como las mochilas o maletas que han sufrido un gran impacto, algunos de nuestros artículos como esta comparativa sobre las mejores maletas han reducido mucho sus visitas debido al poco interés que hay actualmente, un duro palo para todos estos fabricantes que sin duda se han visto afectado y no solamente para estos fabricantes sino también para todos sus proveedores que se enfrentan a momentos duros”.
Por supuesto, el transporte también ha sufrido muchísimo este nuevo clima que ha surgido en el mundo entero. Desde los taxis hasta los aviones, pasando por autobuses, yates o trenes, han visto cómo el número de viajeros ha caído en picado en todos los frentes. Algo totalmente lógico.
Solo hay que ver cómo muchas comunidades autónomas han permanecido completamente cerradas durante los últimos meses. En algunos casos, los cierres se han producido incluso a nivel comarcal, cosa que ha impedido siquiera realizar trayectos de una localidad a otra. Solo estaban permitidos aquellos realizados por causas de fuerza mayor, y eso es totalmente insuficiente para este sector.
Restauración, reinventándose, pero sufriendo
Otro de los grandes sectores dañados por la pandemia ha sido la restauración. Las cafeterías, los bares, los restaurantes y hasta las cadenas de comida rápida saben qué se siente cuando llega el COVID y hace que toda la actividad se reduzca.
Su caso es otro especialmente llamativo porque, entre otras cosas, muchas de las medidas impuestas en diferentes partes del país han limitado sus horarios de apertura. En determinadas comunidades, incluso, deben cerrar sus puertas a las 6 de la tarde, lo que les impide servir el turno de cenas.
A eso hay que sumar los bares de copas o pubs, las discotecas y todo lo ligado a este ámbito. Su funcionamiento habitual es totalmente inviable con las circunstancias actuales, por eso mismo han hecho todo lo posible por reinventarse, aunque no sea suficiente.
¿Cómo? Algunas salas han ofrecido conciertos online, mientras que la práctica totalidad de bares y restaurantes ha abierto una nueva línea de envío de comida a domicilio. Algo mucho más seguro y también idóneo para el consumidor, que puede disfrutar de más comodidades.
Para algunas empresas, la comida a domicilio ha supuesto la salvación total del negocio. En lugar de dirigirse a la quiebra, han podido subsistir, aunque a duras penas. La facturación ha bajado, los camareros se han quedado sin trabajo, aunque al menos los repartidores han ganado en este sentido.
A medida que las medidas se vayan calmando, este sector podrá recuperarse poco a poco, aunque su futuro se dibuja como el de la hostelería. Sin la pandemia totalmente abatida, será difícil que vuelva a mantener el mismo ritmo que antes.
Desde luego, todo esto deja más que claro que la pandemia ha cambiado el mundo por completo. Solo hay que ver cómo todo lo digital se ha disparado, aunque ya tuviera una tendencia claramente ascendente en el pasado.
El problema es que no todos los sectores se pueden amoldar por igual a las nuevas corrientes digitales, y eso los ha herido gravemente. Actualmente el Estado está intentando ofrecer ayudas para las empresas, aunque su distribución no está yendo como debería.
Solo hay que ver que muchos trabajadores siguen recibiendo las compensaciones por el ERTE con notables retrasos.