A finales del pasado marzo, se calcula que más de 3,4 mil millones de personas en 84 países fueron confinadas en sus hogares, lo que potencialmente se traduce en muchos millones de trabajadores expuestos temporalmente al teletrabajo. Sendagrup, centro médico ubicado en Donostia, nos explica que la reducción general de la movilidad y el trabajo en casa (normalmente con poco fundamento ergonómico) están pasando factura a nuestro sistema locomotor.
Debido a este brusco cambio del entorno laboral, las personas pueden acabar desarrollando problemas traumatológicos. Detrás de ellos suele estar una inadecuada adaptación de las ubicaciones a las medidas ergonómicas (altura del ordenador, tipo de silla) y una importante limitación de la movilidad sobrevenida por el confinamiento, que ha eliminado de la vida diaria rutinas como caminar o subir escaleras.
Las lesiones musculoesqueléticas asociadas a teletrabajar más frecuentes según Sendagrup son: las contracturas en columna, tendinitis y pérdida de movilidad en hombros (“hombro congelado”), epicondilitis en el codo (lo que también se conoce como codo del tenista), tendinitis de dedos de la mano o muñeca, trocanteritis o contracturas en los glúteos medios y dolor femoropatelar (condromalacia) en rodillas.
Para evitar la aparición de lesiones, es recomendable vestirse para trabajar y pasear un rato antes de comenzar como si fuéramos al trabajo. También ayuda andar mientras hablamos por teléfono en casa y no permanecer sentado durante largos periodos de tiempo.