La mayoría del Congreso mostró ayer su oposición a la reapertura del caso de Mikel Zabalza, fallecido en 1985 tras ser detenido por la Guardia Civil. Según la versión de la Guardia Civil, el joven murió por ahogamiento al darse a la fuga cuando iba a mostrar un zulo, pero unos audios conocidos ahora indican que falleció torturado en el cuartel de Intxaurrondo.
El PNV ha llevado a la cámara una moción que insta también al Ejecutivo a desclasificar toda la documentación sobre el caso. El PSOE ha presentado a esta iniciativa una enmienda con un texto más edulcorado: «El Gobierno insta a los poderes públicos competentes en materia de esclarecimiento de hechos constitutivos de delito a que se investigue a fondo, con el fin de saber la verdad en torno a la muerte del joven navarro Mikel Zabalza». El PNV no ha aceptado la enmienda porque a su portavoz, Aitor Esteban, le ha parecido «hueca».
Por su parte, la diputada socialista Gemma Urquijo ha insistido en que el Estado de Derecho ya actuó y que las escuchas que ahora han salido a al luz ya fueron aportadas a la Justicia en 2004, pero los tribunales y, en concreto la Audiencia Provincial de Gipuzkoa, desestimaron su valor probatorio.