La astenia primaveral es un trastorno adaptativo debido al cambio de estación. No se conocen las causas, pero parece que es debido a una alteración en la producción de melatonina y serotonina, y es más común en mujeres entre los 20 y los 50 años. En el blog de Conservas Serrats nos ayudan con algunos «tips» para hacerle frente a esos síntomas de cansancio generalizado y falta de vitalidad.
- Adaptar los horarios de sueño (ya que suele coincidir con el cambio de hora de marzo).
- Realizar cierta actividad física moderada.
- Con respecto a la alimentación, es muy aconsejable tomar frutas y verduras de diferente colorido, para asegurarnos un aporte adecuado de todas las vitaminas y minerales.
- Un aporte de vitamina D para ayudar a mitigar la sintomatología. La encontramos en los siguientes alimentos: yema de huevo, pescados azules (anchoas, sardinas, verdel, bonito del norte…), lácteos, setas, champiñones y alimentos enriquecidas con esta vitamina.
Por otro lado, la fatiga pandémica es un estado que están sufriendo ya alrededor de un 60% de los europeos, debido a las limitaciones y la incertidumbre con las que vivimos, derivadas del confinamiento. Algunos síntomas son la angustia, la apatía, el insomnio, el estrés, la anhedonia (incapacidad de disfrutar de nuestros hobbies)… y, ¿cómo la podemos combatir?
- Cuidar la alimentación, manteniendo unos buenos hábitos (evitar el alcohol, los azúcares, los alimentos ultraprocesados… Y que no nos falte la fruta, la verdura, las legumbres, los pescados azules, los cereales integrales…).
- Realizar una actividad física regular, si es al aire libre mucho mejor.
- Dormir bien.
- Realizar actividades que nos gusten.
- No estar todo el día enganchados a las noticias.
- Hacer yoga o meditación, para reducir el estrés.
- Socializar siguiendo las normas sanitarias.
Y es que como siempre, gracias a mantener unos buenos hábitos nos será más fácil mitigar estos pequeños trastornos.