A partir de la semana que viene el pasaporte covid que acredita que una persona está vacunada, ha pasado el coronavirus o tiene una prueba PCR negativa será necesario para acceder a restaurantes, bares, teatros y cines de Francia.
Así lo ha anunciado su presidente, Emmanuel Macron, en un discurso en el que también ha anunciado que los sanitarios y empleados de residencias de ancianos tendrán la obligación de vacunarse antes del 15 de septiembre y que habrá sanciones en caso de que no lo hagan.
El objetivo de estas nuevas medidas es impulsar la campaña de vacunación, para frenar el incremento de contagios por la difusión de la variante Delta. «La vacunación no será obligatoria para todo el mundo, pero la vamos a promover para que el mayor número de personas se vacune», ha explicado Macron.