La última actualización del protocolo de medidas preventivas de aplicación frente a la covid-19 elaborada por el Departamento de Salud especifica que los establecimientos de hostelería que ofrecen comidas y cenas tendrán que registrar los datos de contacto de al menos uno de los comensales de cada mesa y guardarlos durante al menos durante tres semanas.
Esta información será de utilidad para facilitar el rastreo de los contactos en caso de producirse un brote y se tendrá que entregar a las autoridades sanitarias en caso de que se la pidan al establecimiento.