La pandemia y todo lo que conlleva, incluido el confinamiento, está pasando factura entre nuestros jóvenes. Los datos hablan por si mismos. El gerente del hospital infantil de Sant Joan de Déu, Manel del Castillo, ha hecho público que «antes de la pandemia teníamos tres o cuatro intentos de suicidio semanales. Hace unas semanas estábamos a más de 20 y la semana pasada alcanzamos los 35 casos».
Volviendo a 2019, se quitaron la vida 309 personas de edades comprendidas entre los 15 y 29 años, un número que aún era sobrepasado por los fallecimientos causados por los accidentes de tráfico. No obstante, los siniestros de circulación han descendido un 40% desde 2010, mientras que los suicidios han crecido un 30% desde entonces.
Ante esta alarmante situación, profesionales, familiares y asociaciones solicitan más inversión; una estrategia transversal a nivel nacional; un teléfono gratuito de ayuda de tres dígitos; campañas de sensibilización; formación y capacitación en diversos ámbitos, no solo sanitario, también educativo, por ejemplo.