La plataforma ciudadana Elkar-ekin ha denunciado públicamente la muerte de Luis Enrique Soriano, un joven migrante de 20 años que decidió acabar con su vida, presuntamente, por la presión laboral que sufría desde hacía tres años.
El joven vivía en Azpeitia desde el año 2018 y trabajaba en una empresa pequeña de dicha localidad, donde, según ha afirmado Eneko Ibarguren, miembro de Elkar-Ekin, era sometido a largas jornadas laborales, sin descanso y en precaria situación. Al parecer, su jefe le castigaba por cada pieza que el joven hiciese mal, gritando y humillándolo, hasta el punto de descontarle 300 euros de su sueldo. Además, desde la plataforma ciudadana también han denunciado que cuando Luis Enrique estaba contagiado de COVID, su jefe le obligó a ir a trabajar de noche, cuando la empresa estaba vacía, impidiéndole seguir la cuarentena correspondiente.
Finalmente, la noche del 30 de julio, Luis Enrique decidió suicidarse en su lugar de trabajo, donde fue encontrado sin vida después de la alerta por parte de la familia porque no volvió a casa.
La movilización llevada a cabo en su recuerdo mostraba el lema ‘Inor ez ahanzturan, Luis Enrique gogoan. Esplotazioarekin amaitu’. Al acto se sumaron los sindicatos ELA y LAB, el Ayuntamiento de la Azpeitia y otros agentes que han querido trasladar un mensaje de solidaridad a los allegados del joven.