Una de las redes sociales más utilizadas a nivel mundial, YouTube, ha reforzado sus políticas internas para prohibir todo el contenido antivacunas.
“Eliminaremos los contenidos que aleguen falsamente que las vacunas aprobadas son peligrosas o causan efectos crónicos en la salud, que afirmen que no reducen la transmisión o contracción de enfermedades o que contengan información errónea sobre el contenido de las vacunas”, ha explicado Google, propietaria de Youtube, en un comunicado.