A lo largo y ancho de nuestro privilegiado entorno hay alrededor de 260 familias guipuzcoanas de kaiku que dedican su vida al mantenimiento de la ganadería. La sostenibilidad del sector primario está en boca de todos. Un sector a veces olvidado pero que es esencial para nuestra sociedad y nuestro entorno más cercano. El trabajo del entorno rural fomenta la creación de empleo y la economía circular, así como la pervivencia de una actividad que frena el éxodo de la gente joven a las zonas más cercanas a las ciudades.
Kaiku es un proyecto formado por familias ganaderas que tiene un fuerte compromiso con el sector desde hace más de 60 años en el que todos son tratados por igual, ya sean grandes o pequeños. Esto favorece que los pequeños ganaderos puedan seguir desarrollando su actividad con la seguridad de que el 100% de su producción será recogida independientemente de la localización geográfica de su baserri o de la cantidad de litros que produzca.
Una de esas familias ganaderas de Kaiku es la de Idoia Zeberio, que junto a su marido trabaja en su ganadería familiar ubicada en Elduain. Ella es un ejemplo del papel fundamental que juegan las mujeres en sector, que hasta ahora siempre se han mantenido a la sombra pese a ser una parte muy activa en las ganaderías.
Cuidan y siembran los campos de los alrededores de Elduain y Tolosa, para producir su propio forraje y así alimentar a sus vacas de forma 100% natural. Esto hace que el paisaje esté libre de zarzales: “En los últimos años, con el cierre de algunas otras ganaderías, hemos notado cómo nuestro entorno se va ensuciando y deteriorando. Nosotros trabajamos para mantenerlo, pero es importante que haya más baserris para que entre todos lo mantengamos limpio y sin riesgo de incendios.” dice Idoia.
Las familias ganaderas intentan aprovechar al máximo los recursos que tienen a su alcance, con el objetivo de ser autosuficientes en la medida de lo posible. Es el caso de Joxe Ramón y Garikoitz, tío y sobrino de Zestoa. Han instalado una pequeña fábrica en su baserri, en la que muelen y mezclan los cereales necesarios para complementar el forraje que ellos mismos cultivan en los campos alrededor de Zestoa.
Gracias a los avances tecnológicos de los últimos años, la forma de trabajar de los ganaderos ha cambiado mucho. Su actividad se ha profesionalizado y esto ha hecho que el sector resulte más atractivo los jóvenes. Las nuevas tecnologías permiten tener un conocimiento exacto de la situación de la granja y de cada animal a tiempo real y además maximizan el bienestar de las vacas. Es el caso de Santi e Iñaki, padre e hijo provenientes de una familia de tradición ganadera en Itziar, han hecho una clara apuesta por la incorporación de la tecnología en el baserri. Han instalado un robot de ordeño que permite que las vacas se ordeñen a demanda, cuando ellas lo necesitan: “Mirando al futuro, hemos decidido hacer el esfuerzo de invertir en tecnología. Además, esto hace que el trabajo sea más atractivo para que mi hijo me haga el relevo y se quede en el negocio familiar” asegura Santi.
La tecnología también permite que el trabajo sea más sostenible con el medio ambiente, como puede ser la instalación de placas fotovoltaicas o los separadores de purines, que posibilitan la obtención de fertilizante natural con el que cultivar los campos sin necesidad de utilizar químicos.
Gracias al trabajo de las familias ganaderas de kaiku como las de Edoia e Ignacio, Joxe Ramón y Garikoitz o Santi e Iñaki, conseguimos un producto de cercanía, producido por familias que viven en Gipuzkoa, mucho más cerca de lo que pensamos, que es de gran calidad y sabor. Escaneando este código QR, podrás ver cuantas ganaderías hay en tu zona y conocer a las familias que hay detrás de cada brik de leche de producción sostenible Kaiku Km0.