El Gobierno alemán, formado por socialdemócratas, liberales y verdes, ha anunciado una rebaja fiscal de 30.000 millones a los ciudadanos y las pymes en esta legislatura, al tiempo que llama a los ministros a la austeridad. Por ejemplo, las contribuciones a los planes de pensiones serán deducibles de impuestos en su totalidad y se eliminará del precio de la electricidad el recargo para financiar las energías renovables.
Además, el titular alemán de Finanzas, el liberal Christian Lindner, ha anunciado una normativa fiscal que tenga en cuenta los problemas que han tenido que afrontar las empresas y negocios durante la pandemia y que «creará o ampliará una serie de medidas de ayuda». Lindner propone, por ejemplo, que las pérdidas registradas en 2022 y 2023 puedan compensarse con los beneficios de años anteriores, porque «nadie debería verse abocado a la ruina por las deudas fiscales contraídas durante la pandemia».