A pesar de que el canciller alemán, Olaf Scholz, y Pedro Sánchez comparten afinidad política, no están de acuerdo en ciertos asuntos, como las reglas fiscales. De hecho, el líder alemán ha advertido de la necesidad de contar con un marco de estabilidad frente a la flexibilización del regreso de las reglas fiscales que quieren países como España.
En Europa un punto de inflexión durante la pandemia fue la suspensión de las reglas fiscales para que los países pudieran gastar para combatir al virus. No obstante, el debate está abierto y con división en el Eurogrupo sobre su regreso y cómo deben regresar a partir de 2023.
«Coincidimos en que las reglas fiscales suspendidas son demasiado complejas y difícilmente cumplibles en el contexto de la pandemia», ha objetado Sánchez. Por su parte, la vicepresidenta Nadia Calviño ha explicado que la posición de España pasa por «evitar una retirada prematura de los estímulos y de la política monetaria y fiscal que hemos desarrollado para responder a la pandemia».
No obstante, Alemania considera necesario que haya unas reglas fiscales porque, como ha explicado Scholz ante Sánchez, esa contención ha permitido ahora contar con los fondos europeos. El aviso es claro: el futuro necesita contención para en caso de necesitarlo, poder volver a contar con una hucha de dinero europeo.