No es nueva la idea manifestada por Abotsanitz de que Txomin Sagarzazu no es el alcalde que merece Hondarribia. Eso lo lleva diciendo durante todo el mandato cualquiera que sea el tema, porque se dedica a manipular la verdad. La última idea de la nota de ayer no es consecuencia de todo lo expuesto anteriormente, sino la tesis inicial: no les gusta que Txomin Sagarzazu sea alcalde, no les gusta que EAJ-PNV tenga el gobierno municipal. La base de lo dicho por Abotsanitz es la no aceptación de los resultados electorales de 2019. Es lo que está diciendo Abotsanitz durante todo el mandato y lo que dirá hasta las elecciones.
Para ello han vuelto a tener el comportamiento habitual: han retorcido la realidad en función de sus intereses y, en lugar de ayudar a resolver un tema que ha generado controversia, quieren establecer su punto de vista como si fuera una verdad única e intangible y ensuciar la actuación de los demás.
¿Cómo han retorcido esta vez la realidad? Diciendo que el alcalde ocultó la autorización de la obra.
Hablemos primero de la licencia de obra. Abotsanitz no ha contado a las ciudadanas y a los ciudadanos que existe un procedimiento reglado de concesión de licencias, que consiste en que cuando toda persona solicita una licencia de obras el ayuntamiento debe contestarle en base a un informe de los servicios técnicos. Y que si lo solicitado cumple la ley, el alcalde debe firmar el decreto. Es decir, que si el proyecto de ejecución de las obras cumple la ley, le corresponde la licencia. La decisión no es discrecional, no es algo que se haga a gusto de uno. Abotsanitz lo sabe, pero no lo ha contado porque no le interesa, o lo que es peor, porque piensa que daría licencias a su antojo. Eso no es actuar con equidad, eso es desgobierno.
En segundo lugar, hablemos de la ocultación: como Abotsanitz muy bien conoce, en el registro municipal se da entrada a las peticiones de licencias de obras, como a todas las demás solicitudes, en los departamentos se elaboran los informes correspondientes y preparan el decreto de alcaldía para la firma del alcalde. Una vez firmado, se incluye en el libro de decretos donde todos los grupos municipales pueden consultarlo. Además, las y los concejales tienen derecho a consultar cualquier expediente con más precisión. Por lo tanto, no se puede ocultar. Entonces, ¿por qué Abotsanitz ha sacado ahora el tema del decreto de julio? Se nos ocurren dos respuestas: porque ha hecho mal su trabajo y no lo ha conocido en su momento. O porque, a sabiendas, hasta ayer no ha dicho nada y quiere desacreditar de nuevo al alcalde y al gobierno municipal.
Y por último, mencionemos lo que se ha autorizado: el decreto autoriza la ejecución de las obras. Ejecución de la obras, no todas las medidas organizativas de Osakidetza. Lo han denominado plan funcional y su autorización no corresponde al ayuntamiento, sino a Osakidetza. Y ya hemos pedido conocerlo, pero nosotros aún no lo conocemos. ¿Abotsanitz sí y no nos lo ha contado a los demás?
Por lo tanto, nos enfrentamos a la actuación habitual de Abotsanitz, miente y quiere aprovechar en su interés un tema que ha generado preocupación en la sociedad. No vamos a tolerar este comportamiento de ninguna manera.