Un trabajador medio español ve como cada mes las cotizaciones y el IRPF acaparan el 39,3% de su salario, por lo tanto, el sueldo neto que finalmente recibe el empleado queda en el 60,7% del coste laboral.
Esta cuña fiscal supera en 4,7 puntos la media de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que se sitúa en el 34,6%. Así, en España las cotizaciones a la Seguridad Social a cargo de las empresas suponen el 29,9% del salario bruto, según datos de 2020, frente al 16,3% de media en la OCDE.