El alto precio de la electricidad y la falta de suministros acentuados por la guerra de Ucrania han provocado que algunas empresas vascas decidan parar su producción. Según la patronal Adegi, seis de cada diez empresas guipuzcoanas están sufriendo de una u otra forma las consecuencias de la guerra entre Rusia y Ucrania.
La primera empresa en anunciar el cese temporal de su actividad fue Arcelor, que paró la planta de Olaberria en las horas en las que el coste de la luz era mayor. De igual forma, la fábrica ACB de Sestao ha indicado que no reanudará la actividad el domingo. Asimismo, el grupo Lucart ha parado su planta de Aranguren y la papelera Cominter de Hernani hará lo mismo a finales de semana si no se frena el precio de la electricidad.
La escasez de algunas materias primas y suministros es otro de los problemas, sobre todo en sectores como la automoción. Por ello, Michelín va a parar dos fines de semana y Mercedes, incluso, toda esta semana.