Esta mujer de 38 años decidió someterse a un tratamiento de microblanding, que consiste en añadir pigmento semipermanente en las cejas, pero el resultado no fue el esperado.
«En primer lugar, esto es vergonzoso para mi. En segundo, no es esto lo que pedí», explica la chica en su cuenta de TikTok. Ahora ha llegado a la conclusión de que «ningún retoque estético vale la pena».