La Comisión Europea (CE) ha vuelto a recortar la previsión de crecimiento económico de España. A pesar de que el pasado mes de febrero calculó que la economía española crecería un 5,6% en 2022, ahora sitúa el repunte del Producto Interior Bruto (PIB) en apenas el 4%, es decir, tres décimas por debajo de lo que estima el propio Gobierno.
Esta previsión es la más pesimista de todos los organismos económicos que han revisado sus cálculos a la baja tras un primer trimestre marcado por la inflación, los problemas en las cadenas de suministros, y la incertidumbre de los hogares.