Con el objetivo de evitar que alguien pueda introducir drogas en las bebidas para cometer una agresión sexual, una veintena de discotecas de Cataluña repartirán o venderán tapas para los vasos.
Este tipo de delitos sexuales se ha convirtiendo en un grave problema en Cataluña, donde se registran varias denuncias a la semana. Las cifras son aterradoras. Según datos oficiales,en una de cada tres agresiones sexuales, la víctima estaba drogada. De las 468 agresiones sexuales que atendió el año pasado el Hospital Clínicde Barcelona, en el 31% de los casos hubo una sumisión química previa.